Las fosas sépticas pueden ser individuales o comunitarias, dependiendo de la instalación que se haya realizado y las necesidades en el terreno. No es más que un aparato que se encarga del tratamiento de las aguas residuales de viviendas a través de una separación química de la materia orgánica. El tratamiento es sencillo y suele utilizarse en zonas rurales y viviendas aisladas que no pueden conectarse a una red pública de alcantarillado y eliminación de residuos.
Su colocación debe realizarse siempre en el entorno de las viviendas a las que da servicio y, generalmente, se usan fosas sépticas prefabricadas con materiales como poliéster o similares, debido a su rigidez y su facilidad para la limpieza. En zonas de viviendas adosadas, es posible localizar la fosa séptica en el sótano de alguna de las casas, según la situación del terreno y la estimación de la empresa constructora para que pueda dar servicio óptimo a todos los inmuebles de la zona. Las tuberías de suministro de agua y las de residuos deben estar lo suficientemente alejadas y aisladas para que no haya contaminación.
